Existen muchas recetas para la preparación de un brioche o pan dulce. Podemos modificar la proporción de mantequilla, los tiempos de fermentación y la forma de amasado. Pero el resultado ha de ser siempre una miga súper esponjosa, húmeda y con sabor.
Muchos de los bollos que consumimos, caseros o no, tienen como punto de partida este tipo de masa.
Desde el roscón de reyes, pasando por las berlinas rellenas, los bollos de leche o suizos, hasta llegar al panetone italiano, utilizan una masa con una estructura y preparación similar a la de la receta que hoy os traigo, pan brioche.
En una taza calentamos ligeramente la leche y diluimos la levadura en ella. La leche ha de estar templada, nunca caliente ya que esto inutilizaría su efecto.
En un bol mezclamos la harina, la sal, el azúcar, los huevos y la levadura disuelta. Dejaremos sin la mantequilla, la añadiremos más adelante.
Amasamos la mezcla a mano o a máquina. Si optamos por la opción de utilizar una amasadora eléctrica, debemos de utilizar el accesorio del gancho.
Para utilizar más adelante, cortamos la mantequilla en dados pequeños y la reservamos fría dentro del frigo.
Amasamos durante unos 5 minutos hasta que vemos que los ingredientes se han integrado y podemos comenzar a trabajarla.
En este momento incorporamos la mantequilla directamente del frigo.
Al principio tendremos una masa totalmente pegajosa y difícil de trabajar, pero poco a poco la mantequilla se irá absorbiendo y comenzará a aparecer cierta flexibilidad en la masa.
Estos momentos nos servirán de descanso si hemos optado por utilizar las manos para trabajar la masa.
Cuando la mantequilla haya quedado absorbida e incorporada al resto de ingredientes continuamos el amasado hasta que nos quede una masa fina, brillante y elástica.
Este proceso puede durar unos 20 o 25 minutos de amasado a máquina. Es importante dejar descansar la masa de vez en cuando, los descansos ayudaran en el amasado. Si hemos optado por un amasado a mano, debemos armarnos de paciencia, el proceso será más largo. Seguramente necesitaremos 1,5 horas para conseguir el punto óptimo de la masa.
Sabremos que la masa está lista cuando podamos estirarla hasta dejarla fina como una sábana sin que se rompa.
Formamos una bola con la masa y la colocamos en un bol previamente engrasado. Tapamos con papel transparente y la dejamos reposar. En este punto tenemos varias opciones.
Podemos realizar una fermentación lenta guardando la masa durante unas horas en el frigo, entre 8 y 10 horas. Podemos dejarla durante la noche y continuar la preparación al día siguiente. Esta es la opción que yo he elegido.
Como segunda opción podemos dejar que fermente a temperatura ambiente durante 3 horas. No es necesario que doble su volumen. Un sitio perfecto sería el horno apagado y previamente templado.
Si hemos fermentado la masa en frío, debemos retirarla del frigo 1 hora antes de continuar con el proceso.
Pasado este tiempo volcamos la masa sobre una superficie de trabajo y la dividimos en las piezas del tamaño que queramos. Las trabajamos hasta formar una bola. En función del tipo y tamaño del molde necesitaremos más o menos bolitas pudiendo varias su tamaño.
En mi caso he hecho bolitas de 100 g. y he horneado dos panes. Colocamos las bolas en el molde, previamente engrasado y forrado, que vayamos a utilizar.
Las dejamos que fermenten durante unas 2 horas en lugar cálido. Sería un sitio perfecto, el horno templado y apagado.
Pintamos las bolitas con huevo batido. Con el horno previamente caliente, horneamos el brioche durante unos 25 minutos, a 180º C. En la mitad del proceso será necesario cubrir el brioche con papel de aluminio para evitar que se tueste en exceso.
Tanto la temperatura como el tiempo, variarán según el tamaño del pan que estemos haciendo.
Si preparamos un pan más grande o de mayor diámetro, para conseguir que el interior quede bien horneado, será necesario prolongar el tiempo de horneado.
Ingredientes
Instrucciones
En una taza calentamos ligeramente la leche y diluimos la levadura en ella. La leche ha de estar templada, nunca caliente ya que esto inutilizaría su efecto.
En un bol mezclamos la harina, la sal, el azúcar, los huevos y la levadura disuelta. Dejaremos sin la mantequilla, la añadiremos más adelante.
Amasamos la mezcla a mano o a máquina. Si optamos por la opción de utilizar una amasadora eléctrica, debemos de utilizar el accesorio del gancho.
Para utilizar más adelante, cortamos la mantequilla en dados pequeños y la reservamos fría dentro del frigo.
Amasamos durante unos 5 minutos hasta que vemos que los ingredientes se han integrado y podemos comenzar a trabajarla.
En este momento incorporamos la mantequilla directamente del frigo.
Al principio tendremos una masa totalmente pegajosa y difícil de trabajar, pero poco a poco la mantequilla se irá absorbiendo y comenzará a aparecer cierta flexibilidad en la masa.
Estos momentos nos servirán de descanso si hemos optado por utilizar las manos para trabajar la masa.
Cuando la mantequilla haya quedado absorbida e incorporada al resto de ingredientes continuamos el amasado hasta que nos quede una masa fina, brillante y elástica.
Este proceso puede durar unos 20 o 25 minutos de amasado a máquina. Es importante dejar descansar la masa de vez en cuando, los descansos ayudaran en el amasado. Si hemos optado por un amasado a mano, debemos armarnos de paciencia, el proceso será más largo. Seguramente necesitaremos 1,5 horas para conseguir el punto óptimo de la masa.
Sabremos que la masa está lista cuando podamos estirarla hasta dejarla fina como una sábana sin que se rompa.
Formamos una bola con la masa y la colocamos en un bol previamente engrasado. Tapamos con papel transparente y la dejamos reposar. En este punto tenemos varias opciones.
Podemos realizar una fermentación lenta guardando la masa durante unas horas en el frigo, entre 8 y 10 horas. Podemos dejarla durante la noche y continuar la preparación al día siguiente. Esta es la opción que yo he elegido.
Como segunda opción podemos dejar que fermente a temperatura ambiente durante 3 horas. No es necesario que doble su volumen. Un sitio perfecto sería el horno apagado y previamente templado.
Si hemos fermentado la masa en frío, debemos retirarla del frigo 1 hora antes de continuar con el proceso.
Pasado este tiempo volcamos la masa sobre una superficie de trabajo y la dividimos en las piezas del tamaño que queramos. Las trabajamos hasta formar una bola. En función del tipo y tamaño del molde necesitaremos más o menos bolitas pudiendo varias su tamaño.
En mi caso he hecho bolitas de 100 g. y he horneado dos panes. Colocamos las bolas en el molde, previamente engrasado y forrado, que vayamos a utilizar.
Las dejamos que fermenten durante unas 2 horas en lugar cálido. Sería un sitio perfecto, el horno templado y apagado.
Pintamos las bolitas con huevo batido. Con el horno previamente caliente, horneamos el brioche durante unos 25 minutos, a 180º C. En la mitad del proceso será necesario cubrir el brioche con papel de aluminio para evitar que se tueste en exceso.
Tanto la temperatura como el tiempo, variarán según el tamaño del pan que estemos haciendo.
Si preparamos un pan más grande o de mayor diámetro, para conseguir que el interior quede bien horneado, será necesario prolongar el tiempo de horneado.