Calentar la mantequilla en el microondas hasta que se derrita.
Con la picadora eléctrica, picar las galletas Marías o las Oreos (sin la crema).
Añadir la mantequilla derretida y una vez que tengas una masa homogénea verter sobre una tartera desmontable donde previamente has puesto papel parafinado en el fondo.
Aplanar con las manos o una cuchara de manera que quede una capa delgada de galletas.
Reservar en el congelador durante un par de horas.

LLevar la leche a punto de hervir y apagar.
Añádele las hojas de gelatina que previamente has hidratado en agua por 5 minutos.
Derrite la gelatina completamente y deja enfriar.

En un bol para mezclar, introduce el queso crema, el mascarpone, la leche y 150g de azúcar.
Con una batidora mezcla bien hasta obtener una masa homogénea.
Vierte la masa en el recipiente donde previamente se ha empastado la base de galletas.
Guardar la tarta en la nevera tapada con papel film durante al menos 6 horas.

En una olla calentar a fuego medio los arándanos durante mas o menos 15 minutos, 100g de azúcar y el zumo de 1/2 limón.
Machacar un poco de manera que rompan y suelten todo el zumo.
Guardar en la nevera para que espese un poco y servirlo sobre la tarta justo cuando se vaya a comer.